Confía y deposita tus sentimientos, sólo en quien merece tu absoluta confianza
Todo lo que confiadamente se deposita en las manos de Dios tiene absoluta garantía. Cuando haces un depósito de dinero en una entidad bancaria, sabes de que a pesar de que ya no lo ves, ni lo tocas, el día que lo necesites podrás disponer de él y no sólo te darán tu dinero, sino también un interés sobre el mismo. También todos tus sentimientos y emociones personales puedes depositarlos en el Señor en cualquier momento que así lo desees hacer, pues Él te atiende las veinticuatro horas del día, sin descanso. Si depositas confiadamente en el Señor tu vida plena con todos tus sentimientos, emociones, acciones, circunstancias, problemas, dificultades, enfermedades, tristezas, pecados, adicciones, tu pasado, tu presente y hasta tu futuro, etc. ten la certeza de que a cambio obtendrás libertad, descanso, paz, tranquilidad, calma, perdón, misericordia, amor y muchas bendiciones más. Además te evitarás de muchas preocupaciones y hasta de enfermedades psicológicas como el estrés. Ten presente que Jesús nos dice en su palabra: “Pues donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.” (Mt 6, 21)
“Humíllense, pues bajo la poderosa mano de Dios, para que, llegado el momento, él los levante. Depositen en él Dejen todas sus preocupaciones, pues él cuida de ustedes.” (1 Pe 5, 6-7)