LIBERACIÓN FEMENINA O LO LIBRE Y FEMENINO DE LA MUJER
PARTE 1
Como mujer no deja de asombrarme todo lo que se ha escrito sobre el tema de la mujer, y lo más sorprendente es lo que los hombres han escrito sobre este mismo tema; hoy por hoy seguimos escribiendo sobre la mujer, el mundo entero se reúne para hablar sobre la mujer. ¿Por qué?.
Porque es innegable que mientras unos podían escribir versos, otros podían escupirle en la cara. Mientras unos la elevaban al nivel de una reina, otros la sobajaban al nivel de esclavitud.
Nadie, pero nadie podrá negar hoy en día, la terrible discriminación que sobre la mujer ha existido. Bástenos dar una hojeada a la historia:
Eurípides, en el Siglo V a. C., afirmó: “Un solo hombre tiene más valor que 10,000 mujeres “.
El célebre Ovidio, muerto el 17 d. C. “Sólo un hombre desmesuradamente tonto se siente herido con su esposa cuando comete adulterio”. Y agrega, “Este hombre todavía no ha entendido lo que significan las buenas costumbres”.
También, en la época moderna, en Europa, vemos a Lucero diciendo: “Las chiquillas aprenden a hablar y a andar antes que los muchachos porque la mala hierva crece siempre más rápido que la buena”.
Rousseau, y Kant, calificaban a la mujer de inmadura, carente de iniciativa, “la mujer en general no ama las artes, no entiende de ninguna y carece en absoluto de ingenio”.
Schopenhauer es considerado enemigo declarado de la mujer. “Todas las mujeres están incluidas al derroche, por lo tanto deben estar sometidas a la tutela de un hombre, aún cuando se trate de su propio hijo”.
El mismo Nietzsche, afirmó que “la mujer es comparablemente peor que los hombres”.
Así, razones sobran para entender y apoyar los movimientos en defensa de los derechos de la mujer.
Mucho ha sido lo que estos movimientos han logrado. Mucho ha sido lo que estos organismos han podido lograr.
Pero de un punto más que justo de la reivindicación, han pasado de nuevo a un punto también injusto que es el feminismo a ultranza.
Por ello, baste ver hoy muchas veces la lucha absurda de una igualdad imposible, de una liberación distante, muy distante de una auténtica libertad, de un feminismo lejano a lo verdaderamente femenino.
De los justos reivindicatorios Derechos Humanos, a los injustos igualitarismos entre los sexos.
Fuente: Lic. Maruca Serrano de Ortega.