LA PROTESTA Y LA FE
Apreciables amigas de EnamórateMujer, el día de hoy vamos a estudiar una pequeña sección de la experiencia de Tomás en la fe, los dejo con el punto de vista de nuestro amigo el padre José Román Flecha Andrés.
Con frecuencia oímos calificar a Tomás como: “el incrédulo”. Pero olvidamos que fue precisamente él quien había desafiado a los otros discípulos a seguir al Maestro: “Vayamos también nosotros a morir con él” (Jn 11,16). Tomás tenía fe para aceptar la muerte. ¿Es que ahora no tiene fe para aceptar la vida? Habrá que repensar sus palabras y las del Señor.
- “Si no veo la señal de los clavos…, no creo”. Esas palabras no delatan la incredulidad de Tomás. Son una protesta personal contra los que aplauden la luz sin haber aceptado la cruz.
- “Trae tu dedo… No seas incrédulo, sino creyente”. Las palabras de Jesús se dirigen a Tomás y a todos nosotros. Ni incrédulos, ni crédulos. Se nos pide la seriedad de los creyentes.
- “Señor mío y Dios mío”. Tan sólo la declaración de Pedro puede compararse a esta confesión de fe que el Resucitado suscita en quien estaba dispuesto a seguirlo hasta la cruz.
- “Dichosos los que crean sin haber visto”. Sólo en eso podemos superar la valentía y la coherencia de Tomás. Él creyó por las llagas. Nosotros nos apoyamos en la fe del que creyó.
- Señor Jesús, como nos ha dicho el Papa Francisco, tus llagas son un signo permanente del amor misericordioso de Dios. Que ellas nos ayuden a descubrir, celebrar y confesar su misericordia. Amén.
Fuente: Padre José-Román Flecha Andrés