Continuación del tema anterior de salud…..

Al rayarse la carrocería de tu carro, es preciso correr enseguida a un taller mecánico para que tu vehículo no se oxide y la reparación no sea luego más costosa. Pero si la piel de tu brazo es lacerada con un cuchillo, en poco tiempo esta herida estará totalmente sanada, sin necesidad de ponerte cremas sobre la piel o de consumir fármacos, y sin que quede huella de ella. Basta con que laves la herida con agua y, acaso, la frotes suavemente con un ajo pelado como desinfectante.

¿A qué se debe este “milagro?… ¡AL PODER AUTOCURATIVO DEL CUAL TU CUERPO ESTÁ PROVIDENCIALMENTE DOTADO, y que es el único capaz de sanar la enfermedad que sea

y de hacerte luego recobrar la salud! Como ya lo había descubierto Hipócrates hacÍa dos mil quinientos años afirmando: “¡SÓLO LA NATURALEZA CURA!”, y lo enfatizó Albert Schweitzer: “cada paciente lleva su propio médico adentro”.

¡DESCUBRE TU POTENCIAL AUTOCURATIVO!”

“Es preciso -enfatiza el Dr. español/argentino Eneko Landaburu- que descubras el enorme potencial auto curativo que llevas dentro de tu cuerpo, que abandones tu actitud pasiva frente

a la salud, y pases a un mayor conocimiento de tu organismo y una mejora de tu alimentación y estilo de vida. ¡Abre tus ojos, sacia tu sed de conocimientos y aprende a auto gestionar tu salud! Saber, es poder. El ignorante es más fácil de engañar y manejar.

“La llamada ‘enfermedad’ no es más que una PROTESTA

DE LA NATURALEZA POR EL MALTRATO QUE RECIBE, una llamada de atención y una oportunidad que se te ofrece para revisar tu vida, corregir tus equivocaciones e introducir mejoras, alcanzando de este modo un nivel de salud superior. Cuánta más energía guardes

para curarte, más rápidamente sanarás. Pero, ¡ten paciencia, la Naturaleza no da saltos!”

“La misma inteligencia que te fabricó está disponible para realizar tu curación. Tu instinto de conservación te cuida y busca lo mejor para ti. ¡No busques por lo tanto varitas mágicas, ni por

fuera lo que tienes por adentro! LA CURACIÓN ES INVARIABLEMENTE UN ESFUERZO QUE TÚ MISMO CUERPO TIENE QUE REALIZAR PARA VOLVER AL EQUILIBRIO PERDIDO.”

Fuente: LOS SECRETOS DE UNA MAGNÍFICA SALUD, Antoine Lootens Impens